Los tanques en forma de huevo en la elaboración del vino se remontan al año 6000 a.C. Los arqueólogos descubrieron los restos del tradicional Kvevr georgiano utilizado en la elaboración del vino por los georgianos. La tradición de uno de los países vitivinícolas más famosos fue proyectada hasta nuestros días por Wine & Egg.

Se agregó Eco-Cemento moderno a la forma de huevo tradicional. Para eliminar por completo el impacto de posibles factores negativos, fuimos los primeros en producir depósitos de vino en forma de huevo hechos de una sola pieza. Actualizamos la forma tradicional con una mejor funcionalidad y finalizamos la línea de productos con una amplia variedad de soportes hechos de varios materiales y de diferentes formas para cumplir con los diversos requisitos de nuestros clientes. Los productores de vino de primera calidad están volviendo cada vez más a la producción de vino primitiva y tradicional con énfasis en lo natural y tradicional. Para este propósito, los tanques de hormigón en forma de huevo son ideales. Su forma de huevo (proporción áurea) proporciona una circulación incesante del vino mientras que el hormigón regula de forma natural la temperatura del vino.

El volumen óptimo para la propia regulación de la fermentación del vino por parte del hormigón es de entre 900 y 1500 litros. Por lo tanto, decidimos lanzar la producción de tanques de hormigón en forma de huevo de 1000 litros. Las paredes de hormigón relativamente delgadas del huevo pueden mantener la temperatura estable sin necesidad de enfriamiento artificial. La fermentación produce el calor que crea corrientes de convección que estimulan la circulación del vino en fermentación. El huevo de hormigón no es el único recipiente en el que tienen lugar todos los procesos mencionados, sin embargo, es más eficiente en el proceso de fermentación en comparación con todos los demás recipientes (de diferentes formas y materiales) debido a su forma original. Esta forma y su superficie lisa permiten que el vino circule con mayor libertad que en los recipientes de fermentación tradicionales. La circulación constante permite que el gusto desarrolle su complejidad a través de su contacto constante con las lías.

La estructura de Eco-Hormigón no es permeable a los líquidos, sin embargo permite que el aire entre en contacto con el vino. Esto da como resultado el ablandamiento de los taninos, creando un cuerpo más rico y desarrollando sabores más complejos. A diferencia de las barricas de madera, que tienen una influencia similar en el vino, el Eco-Hormigón no agrega ningún sabor a vainilla u otras especias provenientes del roble, pero permite al enólogo preservar las características afrutadas del vino sin las características de reducción del acero inoxidable y agrega una textura sin los sabores provenientes del roble. El Eco-Hormigón combina así los beneficios de la barrica de roble y la vasija de acero inoxidable.

El vino almacenado en depósitos de hormigón en forma de huevo es rico en taninos y estable por naturaleza, lo que garantiza al enólogo un vino de larga duración sin necesidad de aditivos para preservar la calidad y el sabor premium del vino. Además, los taninos de las barricas de hormigón limitan el contenido de proteínas y así evitan que el vino se enturbie.